Si el cerdo está triste el jamón sabe peor.
Ibérico o sucedáneo. Bellotas o no bellotas. Bien curado o mal curado. Todo influye en la calidad de la carne de cerdo que compramos en un restaurante o en un supermercado. Pero ahora los científicos quieren introducir una nueva variable no explorada hasta ahora.
Expertos del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) han puesto en marcha un estudio para aclarar la relación que hay entre el estado emocional del cerdo y la calidad del producto final. Sospechan que es más de la que se podía pensar hasta ahora.
El análisis, que se realizará a partir de diversos análisis fisiológicos y de comportamiento del animal, se enmarca dentro del proyecto Marcadores y Emoción Animal o Anemona (por sus siglas en inglés). Básicamente, consistirá en estudiar la relación entre el comportamiento del animal, tanto en la granja como en el matadero, y los biomarcadores fisiológicos de la carne.
El estrés del cerdo
"En una investigación anterior nos percatamos de que el estado emocional del cerdo puede modificar parámetros bioquímicos y celulares de su organismo, que a su vez pueden ser usados como marcadores del estrés", señala a la agencia científica SINC Antonio Velarde, responsable del proyecto Anemona. Según Velarde, "el proyecto actual pretende evaluar el efecto del sexo,
del genotipo, de las condiciones de manejo en el sesgo cognitivo e
identificar biomarcadores de estrés antes y durante el sacrificio (fases
ante y peri-mortem, respectivamente), en la sangre, saliva, cerebro,
intestino y carne de cerdo". Cómo reducir el sufrimiento de los animales
El estudio hunde sus raíces en una controversia que aún está por
resolverse: ¿cómo puede aminorarse el sufrimiento del cerdo, y por
extensión de cualquier otro animal destinado para el consumo, en el
proceso de su sacrificio? ¿Es imprescindible que los animales sufran tanto? Lo que sí se ha demostrado hasta ahora es que el confort, el hambre, la
salud o las lesiones que pueda padecer un ejemplar son vitales para
determinar la calidad del producto alimenticio, hasta el punto de que el
tipo de alimentación o el hábitat que han tenido marcan una determinada
catalogación de ese producto. El siguiente paso, que se quiere abordar
ahora, es valorar cómo influye el estado emocional de los animales de
granja.
Para más información:
https://drive.google.com/file/d/0ByfGtU0VZOsmaTh1Z3BPeU1NMkk/edit?usp=sharing
EL BLOG DE ANTONIO LEÓN
martes, 20 de mayo de 2014
sábado, 22 de marzo de 2014
miércoles, 19 de febrero de 2014
conocimiento
El globo terráqueo es una esfera que reproduce la tierra con exactitud.En un globo terráqueo se pueden ver:
Los polos,que son dos:el polo norte y el polo sur.
El ecuador,que es una línea que se divide el globo en dos hemisferios:el hemisferio norte y sur
viernes, 17 de enero de 2014
conocimientos del medio
según el numero de piezas:
maquinas simples.Están formados por una o pocas piezas,como un martillo.
maquinas complejas.Tienen muchas piezas.Por ejemplo,un ordenador o un avión.
conocimiento del medio
LAS MÁQUINAS:
Las máquinas son todos esos objetos que empleamos para ahorrar tiempo o esfuerzo al realizar nuestras actividades.
Existen muchísimos máquinas.Podemos clasificarlas según distintos criterios:
jueves, 9 de enero de 2014
ELABORACIÓN DE LA RECETA.
ELABORACIÓN:
Limpiar la berenjena y cortar a lo largo en 12 rodajas
finas. Calentar un poco de aceite en una sartén, freír
la berenjena por tandas por ambos lados hasta que quede tierna y flexible.
Sazonar con sal, pimienta y orégano, y dejar escurrir sobre papel de cocina.
Escurrir los pimientos y triturarlos junto con el queso fresco. Después, pelar
el ajo, prensar con un prensador de ajos y sazonar generosamente con
sal, pimienta y orégano.
Escurrir la mozzarella y
cortar la bola en 12 rodajas finas. Untar una capa fina de la crema de queso
fresco en las láminas de berenjena. Cubrir cada lámina con media loncha de
jamón y una rodaja de mozzarella. Enrollar, fijar con un palillo y colocar los
rollitos sobre una fuente para horno previamente engrasada. Hornear en el horno
precalentado a 180°C durante aprox. 10 minutos, hasta que el queso se funda un
poco. Mientras tanto, lavar los tomates y cortar en rodajas. Colocar encima los
rollitos de berenjena, sazonar con pimienta y servir acompañado de pan.
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